Por: M.D.A.A Arq. Marwin Victoria
La inseguridad, el desempleo, la falta de oportunidades, de emprendimientos, la movilidad, la no cultura ciudadana y la imposibilidad de reconciliarnos como sociedad son algunos de los problemas más relevantes que hoy tenemos por resolver en la ciudad.
El año pasado fui invitado como conferencista a la Habana Cuba, al taller internacional que organiza cada año el BURO DAP [Development Architecture Planning] sobre Desarrollo Urbano Sostenible y Ciudades Resilientes, taller en el cual debatíamos sobre la manera en que las ciudades en desarrollo como Neiva deben enfrentar los desafíos de crecimiento urbano, las problemáticas sociales y las posturas sobre el cambio climático.
En este exponíamos los avances del proyecto “Espacios para la Vida” y la manera como visionamos la ciudad de Neiva. Hablábamos de como coincidimos con las posturas de ciudad del arquitecto Jaime Lerner, maestro del urbanismo, alcalde de Curitiba tres veces (Ciudad modelo en sostenibilidad) y gobernador de Paraná Brasil en dos oportunidades, Lerner, reseña en su libro “Acupuntura Urbana”, y argumenta que “La estructura de una ciudad sostenible funciona como el caparazón de una tortuga. Si se rompe, la tortuga se muere. Hay que suplir las necesidades sin requerir desplazamientos grandes: la tortuga cubre sus necesidades de movilidad, alimentación, energía y demás en una estructura compacta”. Las ciudades deben diseñarse de manera que se evite la necesidad de recorrer grandes distancias para trabajar, estudiar, vivir, etc. Entendiendo que las ciudades se definen esencialmente como un sistema y un organismo de vida colectiva.
Bajo este concepto plateamos el DESARROLLO DEL MUNICIPIO desde la cuadra, desde el barrio, la comuna, desde la vereda, desde el corregimiento, insertando una serie de proyectos selectivos capaces de sanar zonas y heridas de la ciudad, conectados y articulados entre sí, receptores de las dinámicas propias del territorio y generadores de una economía y dinámica urbana que sea capaz de revitalizar y diversificar las economías locales, los habitantes, su manera de pensar, tomar decisiones y actuar, además evidenciar una trasformación de sus entornos haciéndolos sostenibles en el tiempo y en el espacio. Reivindicar el espacio y el equipamiento público como punto de encuentro y reducir las distancias entre el trabajo y el ocio, creando un espacio fluido donde puedan aparecer usos mixtos entre las zonas residenciales con la finalidad de compactar la ciudad y así hacerla más eficiente y sostenible.
Uno de los proyectos puntuales que planteamos son algunos dispositivos urbanos que hemos denominado “Las C.L.A.V.E” (Centros Locales Articulados de la Vida y la Esperanza), Espacios arquitectónicos de calidad donde el maestro, (el profesor) se dignifique de una vez por todas y ocupe el primer lugar de importancia dentro de una sociedad que busca desarrollo, entendiendo la educación como el motor para la trasformación de un territorio y sus ciudadanos.
C.L.A.V.E: Espacios vitales en donde los niños, jóvenes y adultos podrán crear, compartir, comunicar y apropiarse de la educación comprendida como un todo y ligada a la ciencia, la tecnología y la innovación como pilares fundamentales para el futuro de nuestro territorio.
C.L.A.V.E: Espacios para la vida, encuentro y de construcción colectiva para la apropiación del arte, el deporte, la cultura y el emprendimiento como estrategia para combatir los índices de violencia, delincuencia, inseguridad y desempleo en la ciudad. Un lugar de oportunidades para que los niños tengan posibilidad de hacer y emprender actividades sanas, arrebatarle a las drogas y a la calle la esperanza de nuestra sociedad. Además, equipamientos urbanos locales generadores de oportunidades y emprendimiento ligados al contexto y dinámicas propias de los sectores catalizadores de transformación, desarrollo y competitividad.
C.L.A.V.E: Equipamientos públicos de calidad pensados como hitos urbanos que dignifique a la gente, que cada persona se sienta orgullosa de estos espacios de vida y esperanza propios de ellos, capaces de inspirar y convertiste en elementos de encuentro ciudadano, paz y reconciliación.
C.L.A.V.E: Un lugar de creación de conocimiento sobre las posturas y desafíos sobre el cambio climático, que debe funcionar bajo sistemas de energías renovables, recolección, distribución y reutilización de las aguas lluvias y aguas grises del mismo edificio. Un espacio arquitectónico inmerso dentro de un bosque de árboles locales generadores de oxígeno, vida y esperanza.
C.L.A.V.E: Ubicadas cerca de las diferentes instituciones educativas de las comunas de la ciudad y los corregimientos del municipio, pero estratégicamente en las zonas más complejas socialmente y vulneradas. La idea es sanar en primera instancia los entornos inmediatos a las CLAVES, entornos con las mayores dificultades y bajo el concepto de acupuntura urbana hacer una especie de catarsis e ir sanando y desarrollando la ciudad paulatinamente empezando por la calle, posteriormente la cuadra, el barrio, la comuna, la vereda, el corregimiento y finalmente transformando ciudad y municipio.
Estas CLAVES: serán un elemento que buscara Re-Pensar la ciudad, tener la certeza hacia dónde vamos y a que le apuntamos. Sin duda todos soñamos una Neiva con mejores oportunidades, productiva, humanizada, mejor planificada, prospectiva, más educada, competitiva, sostenible y sustentable; una ciudad socialmente y emocionalmente sana; moderna e inteligente; que valore y defienda los recursos naturales, pionera en la implementación de las energías renovables y apunte a la reducción del CO2, el ruido y el tráfico; una ciudad que le apueste aumentar las zonas verdes e islas peatonales, que incentive el uso de la bicicleta, que promueva la tecnología que proteja el medio ambiente; una ciudad que cuente con una política pública que apoye al campesino, el área rural y a los agricultores; una ciudad que potencialice las tiendas, mercados y restaurantes locales, que preserve la estética, las tradiciones culinarias y fomente el espíritu de hospitalidad y buena vecindad.
Estoy seguro que las CLAVES pueden llegar a solucionar muchos problemas de la sociedad neivana, y hacer de nuestra ciudad un territorio verdaderamente CONSIENTE Y SOSTENIBLE. Soy un convencido que LA INFRAESTRUCTURA FÍSICA ES CAPAZ DE TRASFORMAR LA INFRAESTRUCTURA SOCIAL.
La clave es la C.L.A.V.E